“Tomar una rama es una invitación dirigida a Cristo: “Ven, puedes pasar por las puertas de la ciudad. Lo que Tú dices y lo que haces, lo pongo en mi vida, porque creo que Tú eres Dios que vino a invitarme a ser feliz”. Tomar una rama es tomar la decisión de salir siguiendo a Jesús... Es un acercamiento libre, es un gesto de creyente, una elección. Venir a buscar una rama, tomarla, tenerla en la mano y tenerla a la vista en casa es decidir abrir la puerta al Evangelio y acoger a Dios con gestos concretos hacia nuestros hermanos cada día. Amén. »

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