Las cenizas En mi frente o en mis manos, las cenizas dicen la tierra, la tierra de donde vengo, el que vivo para cambiarlo, transformarlo, y al mismo tiempo transformar mi corazón. Mis manos cubiertas de cenizas marcada por mi pecado y cosas fallidas, delante de Ti, Señor, los abro, para que sean capaces de construir de nuevo y para que le quites la suciedad. Mis manos agarrando mis posesiones y mis ideas ya hechas, delante de Ti, Señor, los abro, para que dejen escapar mis tesoros. Mis manos, listas para lacerar y herir, delante de Ti, Señor, los abro, para que puedan volver a acariciar. Mis manos, cerradas como puños de odio y violencia delante de Ti, Señor, los abro, Allí colocarás ternura. Mis manos se separan de su pecado: delante de Ti, Señor, los abro: Espero tu perdón. En la palma de mis manos o en mi frente, cenizas para decirme: volver a la tierra de la vida cotidiana, sin olvidar el sueño. El rastro de las cenizas, En mi frente o en mis manos, Muéstrame un camino: Es volviendo a Dios Que puedo volver a mí mismo y reconciliarme conmigo mismo. Amén

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