Oh Jesús. Único Rey del Universo, nos postramos a tus pies para adorarte y tomarte por nuestro Rey y nuestro Guía. Sí. Señor, a Ti se sujetan todas las naciones. Tú solo eres el verdadero Rey; Sólo Tú eres la verdadera Paz. Tú eres la Luz sola. ¡Te adoramos solo a Ti! Eres nuestro sostén, eres nuestra riqueza, eres nuestro Maestro, oh Gran Dios del cielo y de la tierra. Creemos muy firmemente que Tú estás realmente presente en la Sagrada Eucaristía. Estás ahí vivo, amando. Tú quieres alimentarnos con el Pan de Vida. Sí, ven y alimenta a tus hijos. Tus ojos están fijos en las almas. Tú velas por todas las naciones. Tu Corazón es para nosotros un remanso de descanso. Por eso nos entregamos a tu Corazón como Rey y Príncipe. Tu solo. Señor, toda la gloria, el honor, el amor te sean devueltos hasta la consumación de los siglos y por toda la Eternidad. Amén Sor María de Cristo Rey (1906-1968)

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