Nuestra fiesta de hoy asciende a Ti, Dios nuestro Padre. Todos nuestros silencios, nuestros cantos y nuestras palabras se dirigen hacia Ti y participan de la alabanza de toda la creación. Te acordaste de Tu Hijo Jesucristo, por quien nos fue dada Tu Salvación. Regresa hoy para compartir tu gloria. En este movimiento Que la atrae junto con Él, para que Tu aliento sea dado a nuestra humanidad. Así penetramos en el misterio de tu Hijo. Nuestros ojos ya no ven, pero sabemos que su retorno ya ha comenzado, su desaparición crea en nosotros el vacío del amor, pero sabemos que por nuestro amor le devolvemos su rostro. Por este amor permanecemos en Él y por él permanecemos en vosotros. Él nos reúne en este día y es por su Espíritu que nuestra comunión aclama tu gloria. Amén

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